“Margos en la Independencia del Perú y guerra
con Chile”
A los pueblos andinos del Perú, la historia
patria les debe su reconocimiento de reivindicación social y política.
Por: Pascual E. ALEJO RETTIZ *
Después de 12 años de la revolución
doceañista (1812) organizada por criollos y campesinos naturales, los pueblos
como Margos al paso de los vencedores de Junín y Ayacucho, fueron activos
colaboracionistas y participantes para vencer a las inclemencias del tiempo y
al hambre, algunas veces con productos propios de la zona, de animales de carga
y de “gente” para formar los grupos de guerrilleros, que estaban a la
vanguardia y al acecho del enemigo, así tenemos a este bizarro pueblo que apoyo
y acudió a los campos de batalla confundidos entre las legiones de soldados
colombianos que conformaban el “Batallón Bogotá” a su paso por Aguamiro, la Unión,
Margos, Huacar y Yanahuanca cerca a la ciudad de Reyes (hoy conocido como
Junín) en 1824.
El entonces General José Antonio de Sucre,
fue quien bebió, comió y compartió la bravura de estos hombres que cogidos en
estas zonas midieron sus armas contra el invasor español en Junín y Ayacucho,
después de 300 años al grito de los hombres del ande, que lucharon por la
libertad del Perú.
Margos en la guerra con Chile
Esta pueblo conocido como la tierra colorada,
tampoco fue ajeno cuando se trató de defender el honor nacional en la guerra
del “guano y el salitre” 1879 - 1883, que a la convocatoria de sus autoridades
(delegados y prefectos), presentaron a sus mejores hijos a ser parte del
“Batallón Huallaga No. 12”, que lideraba el noble soldado y caballero de la
libertad Leoncio Prado. Ellos, acudieron a la Batalla de Huamachuco donde se
inmolaron a la eternidad el 10 de julio de 1883.
Algunos retornaron a sus hogares y pueblos
naturales, pero el fervor patriótico por la continuación de la lucha contra los
chilenos, estuvo dirigida por “guerrilleros andinos” que desde Yanahuanca a
Panao y de Huánuco a Huamalies, expulsaron hasta el último chileno de la ciudad
y del territorio.
Es importante reconocer el aporte de nuestra
clase andina, de sus bravos hombres y en particular de la asistencia de la
mujer conocida como “cantineras” o denominadas por la plebe de la oligarquía
capitalina como “las rabonas”, quienes secundaron en todo momento al soldado
andino nacional.
0 comentarios:
Publicar un comentario